Cepsa ha tomado una decisión arriesgada y ambiciosa al transformarse en Moeve, un cambio de imagen que marca una ruptura significativa con su identidad anterior. Este nuevo branding deja atrás los colores y símbolos tradicionales de Cepsa, abrazando una estética más moderna y, sobre todo, alineada con la sostenibilidad. No es solo un cambio visual; el nombre Moeve parece encapsular un compromiso con el avance hacia energías renovables, en un intento por distanciarse de su antiguo perfil como empresa enfocada en combustibles fósiles.

Este giro hacia un enfoque ecológico se vuelve cada vez más relevante en el sector energético, donde las compañías buscan destacarse como líderes en la transición hacia un futuro más limpio, ¿moda o realidad?

Es probable que este cambio no solo esté dirigido a responder a las expectativas de los consumidores actuales, sino también a marcar distancia de prácticas que, desde una perspectiva ambiental, resultan menos aceptables en la actualidad. Convertirse en Moeve podría ser un gesto que expresa una voluntad de cambio, enfatizando una transición energética que va más allá de una evolución gradual y apuesta por un cambio profundo hacia nuevas fuentes de energía y una mayor responsabilidad ambiental. Solo con el tiempo se verá si esta transformación logra resonar tanto en el mercado como en el público.